Segunda edición del Congreso Nacional sobre Cocina Conventual que se está celebrando en el Palacio Episcopal de Córdoba, entre los días 30 de noviembre y 2 de diciembre, si bien la sesión académica se ha desarrollado el día 1.

La charla del Excmo. y Rvdmo. Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández González sobre la caridad y la misericordia en la cocina conventual, ha desarrollado, entre otros aspectos, la función social de los conventos como lugares de asistencia a los necesitados en algunas ocasiones esta asistencia se materializa dando de comer, bien a través de sus propias cocinas, o mediante la recaudación para combatir el hambre. Mencionó monseñor las palabras de Santa Teresa, que han dado pie a una serie de TVE: «También entre pucheros anda el señor»

El catedrático Gregorio Varela Mosquera, de la Universidad CEU San Pablo, ha centrado su conferencia en los orígenes y salud en la cocina conventual, frente a la alimentación en el siglo XXI, donde ha relatado la alimentación básica de las clases menos pudientes a lo largo de la historia y como esta ha cambiado drásticamente en los últimos lustros. Literalmente hemos pasado del hambre a la obesidad en un tiempo record, a pesar de pertenecer a un encuadre geográfico privilegiado, donde se ha desarrollado la Dieta Mediterránea, cada vez más abandonada.

Sobre el origen de los alimentos utilizados en los conventos y monasterios a través de la historia versó la ponencia de Ricardo Córdoba de la Llave, decano de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba. Centró la charla principalmente en la repostería en la época medieval y las relaciones de dependencia entre los productores y consumidores de alimentos, mediadas en el caso del trigo, por la necesidad de molienda (molinos fluviales y de viento) y la cocción del pan y los dulces en los escasos hornos existentes en las comunidades.

La mesa de debate sobre: iniciativas e ideas para fomentar el reconocimiento y consumo de los productos de la cocina conventual, estuvo compuesta por Aurelio del Pino González (presidente de ACES) que tras un amplio planteamiento de la problemática social del abastecimiento de alimentos en la actualidad, ofreció algunas claves de las que deben tomar nota los conventos para la comercialización de sus productos. Ana Echenique Calvo (vicepresidenta de CECU) planteo su postulado desde el punto de vista de la soberanía alimentaria y el compromiso social. Por último, Ángel Bartolomé Muñoz de Luna (director del máster CEU PUBLICIS) planteó las claves del éxito para la cocina conventual en una dicotomía entre religiosidad y últimas tecnologías de la información: 2000 millones de potenciales clientes (cristianos del mundo) que comprarían lo que elaboren las religiosas, basado en la alegría que tienen las monjas de saber que Cristo a resucitado y transmiten en sus mejores productos; pero aplicando las últimas técnicas de marketing digital.

Tras la sesión de conferencias, se pasó a la práctica, en la que participó el secretario de la Cátedra de Gastronomía de Andalucía, para hacer una breve semblanza de la importancia de la cocina conventual, no sólo a nivel de España, sino el efecto que ha tenido sobre los lugares donde los españoles han ido evangelizando y era necesario el cuerpo y sangre de Cristo (pan y vino) promocionando el trasvase de cultura alimentaria y agronómica. También lecorrespondió presentar al cocinero Joaquín Felipe Peira y Sor Inés (del Convento Madres Agustinas de Nuestra Señora de la Paz de Fregenal de la Sierra, Badajoz). Joaquín Felipe elaboró dos platos inspirados en los conventos:

Espuma de patata con huevos estrellados y alcachofas fritas

Mi bocata de Calamares

Dado que las demostraciones culinarias se suelen hacer con poco producto, el cátering de Bodegas Campos con Daniel Pla a su cabeza, recreo el plato de Joaquín Felipe para que todos los asistentes lo pudieran disfrutar y lo complementó con una olla podrida muy especial, que elaboraron en la cocina de campaña instalada en un patio aledaño.

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